Las acciones de sensibilización y prevención tendrán lugar el miércoles 16 de octubre, en la plaza de Santo Domingo.
La entidad imparte periodicamente cursos de Primeros Auxilios RCP y DESA en toda la provincia.
El Plan de Salud Cruz Roja en Huesca se suma a la conmemoración del Día Mundial de la Parada Cardíaca, este miércoles 16 de octubre, organizando una jornada especial de sensibilización e instrucción, que tendrá lugar de 10:00 a 14:00 horas, en la Plaza Santo Domingo. Durante el evento, se llevarán a cabo talleres de Reanimación Cardiopulmonar (RCP) y uso de Desfibriladores Externos Automatizados (DESA), en los que podrán participar todas las personas interesadas.
La actividad contará con la colaboración de importantes instituciones, como la Sociedad Aragonesa de Simulación Aplicada a la Medicina (SASAM), y los colegios de Médicos y de Enfermería de Huesca.
El propósito de esta jornada es concienciar a la población sobre la parada cardíaca, ampliar el conocimiento acerca de cómo reconocer y actuar ante un caso de parada cardiorrespiratoria en cualquier entorno. Según la Fundación Española del Corazón, solo un tercio de los españoles saben realizar RCP, una cifra preocupante si se considera que cada minuto que pasa sin atención adecuada reduce las probabilidades de supervivencia de la persona afectada en un 10%. Por eso, esta iniciativa busca proporcionar las herramientas necesarias para actuar de manera efectiva y salvar vidas.
Cruz Roja recuerda que desde su departamento de Formación periódicamente se realizan cursos de Primeros Auxilios RCP y uso de Desfibrilador y que cualquier persona, entidad o grupo puede dirigirse a nuestras diferentes asambleas en tora la provincia para solicitar información al respecto.
Día Mundial
El Día de concienciación ante la parada cardiaca fue creado en el año 2012, gracias a la Declaración del Parlamento Europeo para crear una semana europea de concienciación ante la parada cardiaca y mejorar la respuesta de la población ante esta problemática. Desde 2018 se celebra el Día Mundial de la Parada Cardiaca cada 16 de octubre, para divulgar la importancia de aplicar la técnica de reanimación cardiopulmonar para salvar vidas, en caso de ocurrir una emergencia. Cada año se producen, en Europa, unas 270.000 muertes por parada cardiaca, cifra que aumenta hasta las 380.000 en Estados Unidos y hasta los tres millones –solo en el caso de la parada cardiaca extra hospitalaria- en todo el mundo. Se trata de un problema de salud de primer orden, puesto que el paro cardíaco súbito es la tercera causa de muerte en los países industrializados. Según la Fundación Española del Corazón, solo un tercio de los españoles saben realizar la reanimación cardio-pulmonar (RCP), y cada minuto de retraso hace disminuir un 10% las posibilidades de sobrevivir: En concreto, en nuestro país se estiman 50.000 paradas cardíacas anuales -30.000 en medio extra hospitalaria y 20.000 en los hospitales-, y apenas 5.000 (un 10%) logran sobrevivir.
Se estima que realizar técnicas de Resucitación Cardiopulmonar (RCP) en los primeros minutos tras la PC duplica o incluso triplica las probabilidades de sobrevivir a ésta. Es más, si el testigo no comienza las maniobras de RCP dentro de los 3-4 primeros minutos tras una parada cardiorrespiratoria puede aumentar las posibilidades de supervivencia en más del 50%. A nivel general, comenzar la RCP de inmediato puede multiplicar hasta por tres las posibilidades de supervivencia, llegando al 90% si se realiza en el primer minuto.
En cambio, si hasta los diez minutos no se realiza ningún tipo de maniobra con alguien que ha sufrido una parada cardiorrespiratoria, las posibilidades de que este sobreviva son prácticamente nulas.
Durante los últimos años hemos aprendido que la respiración boca a boca es innecesaria e ineficaz cuando la realiza personal no entrenado. Lo realmente importante es el masaje cardíaco correcto. Se deben poner ambas manos en el centro del esternón del paciente y hacer compresiones hacia abajo con los brazos extendidos en ángulo recto respecto cuerpo de la víctima. Hay que comprimir el esternón hacia abajo unos 4-5 cm, con una cadencia de cien veces por minuto, e intentar que las compresiones sean rítmicas, regulares y sin interrupciones. El masaje cardíaco se debe mantener hasta que la víctima recupera el conocimiento o hasta que llegue la asistencia médica. Es fundamental que el masaje lo inicie la primera persona que vea la parada cardíaca y se mantengan en el tiempo. Si esperamos a una ambulancia sin hacer nada, lo más probable es que la víctima fallezca. En muchos países se han hecho grandes esfuerzos en enseñar a la población estas técnicas de reanimación.
En España se deben enseñar estas técnicas –sencillas y muy efectivas– en escuelas, universidades, centros de trabajo… y hacer que perdamos el miedo. Porque cualquier ayuda a una persona en parada cardíaca puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte. Como dice el lema del último día europeo de la reanimación cardiopulmonar, Tus manos pueden salvar la vida de un ser querido.
Por ello, es prioritario que todas las personas sean capaces de administrar compresiones torácicas de calidad y si están en un entorno donde haya un desfibrilador externo automatizado (DEA) disponible, lo use para poder aumentar el porcentaje de supervivencia de la PC (que en Europa es de un 8% de promedio).