- La crisis de refugiados generada por la tensión preelectoral en Burundi ha llevado a Cruz Roja Española a desplegar su Unidad de Respuesta a Emergencias de Salud en el campo de refugiados tanzano de Nyarugusu.
- Otros conflictos o crisis que están generando un alto número de refugiados son la guerra de Siria, de Irak, el conflicto de Mali o la tensión en Sudán del Sur.
Huyen por necesidad. Escapan de conflictos armados o de otras situaciones de vulnerabilidad como la persecución por motivos de género, orientación sexual, ideología, raza o religión que incluso llegan a poner en peligro sus vidas y las de sus familias. Y al llegar al país de destino, a veces después de peligrosas travesías en las que se juegan la vida, se encuentran con graves problemas, fundamentalmente, por haber perdido sus redes de apoyo, pero también por desconocimiento del idioma y de las normas y pautas de funcionamiento de la sociedad de acogida.
Al menos 56 millones de personas se encuentran en esta situación, según el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR). Son personas desplazadas o refugiadas, y su número no para de crecer, superando incluso el número de personas refugiadas que generó la II Guerra Mundial.
En la actualidad, los conflictos o crisis que causan el mayor número de refugiados se sitúan en Siria, Irak, Sudán del Sur, República Democrática del Congo, Mali, Libia, Nigeria, Eritrea y, durante las últimas semanas, Burundi, por la tensión preelectoral que se vive en el país.
Cruz Roja Española ha trabajado y trabaja con este colectivo de personas especialmente vulnerables. Los campos saharauis de Tinduf en Argelia; Líbano, este último fronterizo con Siria, o Tanzania, son algunos de los países en los que Cruz Roja trabaja activamente con las personas desplazadas o refugiadas, en coordinación con ACNUR y otras agencias humanitarias, según apunta María Alcázar, directora de Cooperación Internacional de Cruz Roja Española.
La intervención más prolongada de Cruz Roja con personas refugiadas se da en los campamentos de refugiados saharauis en Tinduf (Argelia) donde casi 125.000 personas (fuente NNUU) llevan más de tres décadas viviendo en condiciones de pobreza y vulnerabilidad en medio de la hammada argelina y con una dependencia prácticamente absoluta de la ayuda internacional. La última encuesta de nutrición de los campamentos de refugiados saharauis realizada por ACNUR y el PMA sigue confirmando los altos niveles de anemia en niños y niñas menores de cinco años y en mujeres lactantes que superan en mucho las tasas recomendables por la OMS. La anemia y el retraso del crecimiento han sido siempre considerados como los mayores problemas de salud pública en los campamentos saharauis. La encuesta nutricional del 2012, indica una prevalencia de malnutrición aguda de 7,6% que va desde el 6% en Ausserd a casi un 11% en El Aiún.
Cruz Roja Española tiene presencia en el Sáhara desde 1996. A lo largo de los años hemos desarrollado una estrategia de intervención dirigida a cubrir necesidades básicas de la población como el apoyo en la alimentación básica a través de la distribución de alimentos de primera necesidad, y la creación y mantenimiento de un stock de seguridad alimentaria que garantice la manutención a largo plazo.
Y especialmente complicada es también la situación que se vive en Líbano, donde el número de refugiados sirios que escapan del conflicto que estalló hace ahora tres años supera ya el millón de personas. Desde 2013, Cruz Roja Española, junto con la Cruz Roja Libanesa y la Media Luna Roja Palestina en Líbano, apoya en la provisión de servicios de salud a población refugiada siria, palestina y población de comunidades de acogida.
El campo de refugiados congoleños de Nyarugusu, en la región tanzana de Kigoma, es un ejemplo del cometido y compromiso de Cruz Roja con estas personas vulnerables. Diez años después del inicio del trabajo de Cruz Roja Española, a través de una intervención de ayuda humanitaria centrada en la prestación de servicios materno-infantiles adecuados, servicios nutricionales terapéuticos y de alimentación suplementaria o de prevención del VIH/Sida, entre otras medidas, se han logrado mantener de manera sostenida los indicadores de referencia sobre mortalidad global, mortalidad de menores de 5 años, o de malnutrición, establecidos por la OMS. La operación de Cruz Roja Española en este campo fue transferida a la Cruz Roja Tanzana y el ACNUR en junio de 2014. Meses después, en mayo de este año, Cruz Roja Española vuelve al campo de Nyarugusu, esta vez para asistir a las miles de personas que huyen de la actual tensión preelectoral en Burundi. Allí, Cruz Roja ha desplegado su Unidad de Respuesta a Emergencias de Salud, integrada por 10 delegados y delegadas de emergencias, y con capacidad de atender a 10.000 personas. Esta operación cuenta con el apoyo de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID).