Cada año se mutilan los genitales a tres millones de niñas.
Cruz Roja Española ha trabajado desde el año 2000 en Malí contra esta práctica, centrando su intervención en la ciudad de Ségou.
La mutilación genital femenina (MGF) comprende todos los procedimientos consistentes en alterar o dañar los órganos genitales femeninos por razones que nada tienen que ver con decisiones médicas. La MGF está reconocida como una violación de los derechos humanos de las mujeres y niñas.
Esta práctica se concentra en 29 países de África y de Oriente Medio, sin embargo, se trata de un problema universal y es una práctica común en algunos países asiáticos como la India, Indonesia, Iraq y Paquistán, así como entre algunas comunidades indígenas de Latinoamérica. Asimismo, persiste en las poblaciones emigrantes que viven en Europa Occidental, en Norte América, Australia y Nueva Zelanda.
Por su parte Cruz Roja Española ha trabajado durante dieciocho años en Malí, uno de los países con mayor índice de prevalencia de la escisión. De los 44 millones de niñas menores de 14 años que han sufrido la ablación, el 73 por ciento se ha producido en Malí. La Organización ha desarrollado diferentes proyectos en distintas regiones durante este tiempo, en colaboración con la Cruz Roja de Malí y con el apoyo de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) y la Diputación Foral de Guipúzcoa, encaminados fundamentalmente a prevenir la práctica de la ablación y proteger los derechos sexuales y reproductivos de niñas y mujeres.
En los últimos dos años en colaboración de la Diputación Foral de Guipúzcoa, han participado en todas las actividades más de 21.700 mujeres y niñas. Se ha identificado y ofrecido un tratamiento integral a 82 mujeres y niñas que han sufrido las consecuencias de la escisión, y logrado reducir un 3,6% la tasa de escisión en el conjunto de la zona de intervención.
Otros aspectos relevantes han sido la formación al personal sanitario sobre la identificación y asistencia ante complicaciones derivas de la escisión, a líderes comunitarios y religiosos sobre las consecuencias de esta práctica como violencia basada en el género, así como a asociaciones de mujeres, profesorado, alumnado, medios de comunicación locales y personal voluntario de la Cruz Roja en Malí. También, se ha realizado una labor de prevención y sensibilización mediante actividades informativas en las que han participado más de 27.900 personas, entre las que se incluyen las mujeres y niñas mencionadas anteriormente.
Objetivos de Desarrollo Sostenible
La mutilación genital femenina se practica en niñas en algún momento de sus vidas entre la infancia y la adolescencia. Y es causa de hemorragias graves y otros problemas de salud tales como quistes, infecciones e infertilidad, así como complicaciones en el parto, y conlleva, además, un mayor riesgo de muerte de recién nacidos.
Es por ello, que el Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) número 5, Igualdad de género, incluye entre sus metas «Eliminar todas las prácticas nocivas, como el matrimonio infantil, precoz y forzado y la mutilación genital femenina».